Laurent Blanc |
Faltan pocas horas para que Cristiano Ronaldo
vuelva a gritar aquello de “Yo soy el balón de Oro”. Después de un muy mal
comienzo en esta Eurocopa, Portugal tiene más cerca que nunca las semifinales,
ante el rival menos temible de estos cuartos: la República Checa. Pero lo que
no debe preocupar es la Selección de Francia. Pasó malhumorada a estos cuartos, con una muy mala imagen en el
campo y peleas, discusiones y mal rollo, en el vestuario. Y ahora, temor y
preocupación porque llega España.
Son
muchos, pues, los que, seguidores de España, ya se ven en semifinales…a pesar
de que la Historia diga que la “Roja” no le ha ganado nunca a los “bleus” en partido oficial. Pera esta es
otra cuestión. Hoy, España, vigente campeona de Europa y del Mundo, es
favorita. No se puede negar. Pero que nadie se lleve a engaño. Ya ha dicho y
repetido que esta Francia que se encontrará España, seguramente no será la que
cayó malparada ante Suecia.
Laurent
Blanc es un buen entrenador. Arregló pronto el desaguisado de Domenech y su
equipo llevaba mucho tiempo sin perder. Ahora, ante España, la mentalidad va a
ser otra. Blanc, occitano de nacimiento –Alès, 1965- es culé desde jovencito.
Su padre le acompañaba, en automóvil, cuando el Barça jugaba en casa, desde
Montpellier a Barcelona. Vivió, así, infinidad de partidos del Barça, mucho
antes de que llegara a convertirse en jugador azulgrana, la temporada 96-97.
Fueron 42 partidos y un solo gol, antes de comprobar que, en general, no fuimos
justos con su fútbol fino, elegante, de clase, que, por lo visto, no llegamos a
comprender. Pero Laurent ha seguido con esa mentalidad del Barça y quiere que
sus equipos jueguen como si tuvieran el famoso ADN azulgrana. El, como central,
conducía el balón con clase, iniciando la jugada desde atrás, en corto y en
largo. Le gusta un medio campo “jugón”, la posesión y el juego de ataque. Ante
Suecia falló la defensa. Ahora será diferente, porque cerrarán mejor los
espacios. Ya ha dicho Blanc que “Croacia nos enseñó el camino”. Francia no
perderá su esencia, su gusto por el buen fútbol y si no tiene el balón, será
porque España lo gane, no porque lo cedan.
A
mí me gusta Debuchy. Las diabluras de Jordi Alba por esa banda –doblando o no a
Iniesta- deberán tener un matiz distinto. Atentos a las pérdidas de balón.
Mexes –sancionado- no estará en el centro de la defensa. La presencia
–seguramente- de Koscielny junto a Rami, tendría para Del Bosque una doble
lectura, a la hora de decidir si juega
con Torres, Llorente…o Cesc. Ya saben,
el 9…o el “falso” 9. El del Barça fue capitán del Arsenal. Koscielny juega en esa defensa “gunner”. Sabe de Cesc. Pero el de Arenys
también le conoce a él. He aquí un posible duelo anímico. En el medio campo, me
“sobra” la dureza de Diarra y temo por la integridad física de Xavi, corazón y
pulmón de la Roja. Pero me gusta el bien hacer de Cabaye. Y delante, todos
conocemos a Benzema…y él también sabe de Piqué…y de su buen amigo Ramos.
Discutido o no, a mi me entusiasma Ribéry. Que
no le dejen espacios; y mucha anticipación para que no controle. Con la pelota
en los pies es un diablo. Todos hablan muy bien del meta Lloris. No sé que
decir…Le he visto fallar mucho. Demasiado.
No es el estilo español pero
prueben con alguna contra. El sentido colectivo, de ataque, deja algún hueco
por el que co- larse, atrás.
En fin, será otra Francia, distinta a la del
otro día. Espero que España también sea otra España, distinta a la que se
enfrentó a Croacia, prácticamente con los deberes de las primeras lecciones,
hechos. Pero una cosa está clara: pronóstico español. Claro que…ya saben,
“fútbol, es fútbol”.
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