lunes, 11 de marzo de 2013

Yes we can


                                             
¡”Es l´hora, Barça. L´hora de la veritat”! Pero no estás solo en esto…También es “il momento della  verità, Milan”. Apenas faltan cuatro horas para que, en el Camp Nou, se dispute el partido más importante y trascendental de la temporada para el FC Barcelona. Y, asimismo, para el AC Milan. Mismos deseos, idénticas aspiraciones…Posiciones encontradas.
                Aquí hablamos –y soñamos-  con una palabra casi milagrosa, REMONTADA. Y a la vera  del  Duomo, en  el llamado “Salotto di Milano”, las célebres Galerias Vittorio Emanuele, entre joyas, obras de arte, Rolex carísimos y moda espectacular –y no menos cara- rezan para que sea válido el 2-0 de la ida y los hombres de Allegri repitan aquella gesta que acabó y desmanteló el “Dream Team”.
                He leído que el Barça necesita un “triunfo balsámico”. No basta…Sería un consuelo aromático. Pero, al fin, un simple alivio. Hace falta una victoria rotunda y ejemplar.El historial de los últimos años asó lo exige.
                Al equipo azulgrana , el que mayor número de seguidores tiene en todo el mundo, desde que se ha convertido en ejemplo y referencia, le llegan mensajes de ánimo de todas partes.  Y los jugadores piden el apoyo y el soporte, pleno, indesmayable, de la afición. “Si alguien no está dispuesto a animar –ha dicho Piqué-que le deje el carné a quien si quiera hacerlo”. Pero ese público, a su vez, espera –y aspira- al ánimo que, desde un césped  impecable –que es posible  acabe el partido, siendo “bendecido” por la lluvia que caiga del cielo- le transmitan sus jugadores. Es el dilema de siempre. ¿Quién anima a quién?...Pues todos a una. Si, como en Fuenteovejuna…Pero también como el  himndo: “tots units fen força”.
                La quiniela está en la alineación que ha de presentar el Barça. ¿Ese “plan B” que en cierto  modo se probó ante el Depor y que dejó una dudosa impresión?.  ¿Mantener el estilo de toque y posesión, pero eso sí, chutando más y mejor?...¿Un “9” de referencia?...¿Ese falso “9” que permita las diabluras de un Messi que llega desde la derecha o de la segunda línea?.
                Estos días, las televisiones locales nos han estado ofreciendo aquellos partidos de remontadas  históricas. Animo y ejemplo de lo que debería ser esta noche que soñamos sea mágica. Como aquellas. Y ahí había , en todas ellas- un común denominador: todos los jugadores corrían como alma que lleva el diablo. Durante más de 90 minutos y prórrogas espectaculares. He aquí la primera premisa: correr, correr y correr…Si eres mejor-que lo eres- y corres más, la recompensa está clara.
                El terreno de juego del Camp Nou es amplio. Y largo…Y eso ayuda a algo en lo que todos estamos de acuerdo: hay que abrir el campo. Cubrir –y correr-las bandas. A veces vale un centro si hay alguien que llega, entre los tres palos, al remate. Desde dentro y desde fuera del área.  Diagonales que  muestren líneas de pase y clarividencia en Xavi, Messi  e Iniesta, para que las aprovechen para meter el balón con ventaja y picardía.
                Todos sabemos  como  defienden los equipos italianos. Todos sabemos como lo hace el Milan, principalmente. Y no se olvide, ni por un segundo,  que un fútbol que tiene y disfruta de un Pirlo, unido a un equipo que dispone de un Montolivo, es capaz de formular la estrategia perfecta para  anular la clarividencia de un cerebro como el de Xavi o las exquisiteces del mejor futbolista del mundo: Messi, claro.
                Se procurará rodear a Xavi, para que no piense. Se intentará bloquear a Messi, para que no pase. Cubrirán esas bandas que el Barcelona querrá utilizar. Cerrarán el medio campo y el centro de la defensa. Y utilizarán, a su vez –son más altos, fuertes y aguerridos-jugadas de estrategia en saques de esquina y faltas cercanas a las bandas que permitan  centros con remates de primera o segunda jugadas.
                Resumiendo, el Barça  debe abrir el marcador cuanto antes…pero sin acelerarse. La defensa, acortar espacios y cerrarlos con repliegues rápidos, apoyos y coberturas inteligentes. Si juega Alves, irse al centro dejando al hombre de su banda, libre, será un suicidio.  Hay que recuperar el balón lo más arriba posible. Lo más cerca del área contraria que se pueda. Forzar –y ejecutar con sentido común- faltas, cercanas a ese área.
                Acabo. Todos jugamos a hacer alineaciones.  Y yo, en partidos como este, siempre he sido algo “revolucionario”. Hay que “jugársela” con descaro. El “salir y disfrutar” es una utopía. Una leyenda, acuñada desde aquella frase de Wembley dicha…eso sí, cuando la pizarra ya había sido trabajada y se venía de un estilo conjugado y muy bien asimilado. Aquello suponía la última palmadita en la espalda.
                Por eso me permito con una alineación –que se que no será la que salga esta noche-pero con la que yo me la jugaría. Valdés, en la portería. Montoya, Piqué, Puyol y Alba, en la defensa. En el medio campo, con Xavi, Busquets  por la izquierda…y ¡Alves! por la derecha. Delante, Alexis…-si, Alexis, pese a todos  los  pesares- Messi  …¡y Deulofeu!.  Aquí viene  la sorpresa. El chaval es descarado. Bueno. Hábil. Rápido. Y no le conocen.  Me queda Iniesta para un cambio multifuncional –si hace falta- y Tello y/o Pedro, por si esa bandas requeridas no cumplieran, del todo, su cometido teórico que habrá de convertirse en práctico.
                Este sería mi desafío.  Ya se –insisto-que  no se cumplirá. Que el miedo guarda la viña. Que si sale mal, todo serían críticas. Pero el factor sorpresa, muy a menudo, ha dado buenos resultados. Sobre todo cuando el estilo de juego del Barça y las características de sus hombres son bien conocidas en todo el mundo del fútbol.
                En todo caso, con “mi equipo” o con el que sea…¡FORÇA BARÇA”. Es “l’hora de la veritat”.


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